Unos 650 indigentes en la ciudad, de los que aproximadamente 50 se encuentran en fase terminal. 

Los miembros de la COORDINADORA CIUDADANA INDEPENDIENTE y CORUÑA SIN TECHO lamentamos que las medidas que se toman en lo referente a los indigentes sean siempre de tipo policial o caritativo por lo que proyectamos iniciar una recogida de firmas para que se tramite UNA LEY QUE COMBATA LA MARGINALIDAD.

Este hipotético texto debe garantizar a la persona un techo permanente tal y como recoge la constitución. Además el mendigo deberá recibir atención sanitaria y psicológica, especialmente cuando se encuentre en el peor nivel de degradación. Una vez que se cubren estas necesidades el indigente deberá participar en cursos de reciclaje formativo o de alfabetización si fuera necesario.

El paso siguiente seria que las administraciones públicas ubicasen al indigente en proceso de reinserción en un puesto publico de trabajo temporal, con preferencia en tareas sociales a cargo de las propias administraciones. El proceso de reinserción concluye cuando la persona esa empleable y puede lograr su independencia (VER MÁS) Blog de la Coordinadora Ciudadana Independiente y Comisión Sin Techo de la Coruña PARA LEER, COPIAR O IMPRIMIR CUALQUIER CARTEL O TROZO DE TEXTO, HACED CLICK SOBRE EL MISMO

viernes, 6 de febrero de 2015

APOROFOBIA, EL ODIO AL POBRE

A Manuel le tiraron naranjas. "Fue anoche, en la Plaza Nueva, en Sevilla, mi alma", explica, con el mismo acento del sur (nació en Morón de la Frontera) con el que narra que él antes era un camarero "especial" porque podía decir a los clientes (con ese mismo acento) "What's your name?" y otras frases en inglés, cuenta que a sus 57 años lleva 20 viviendo en la calle, aunque de forma intermitente, dice que tiene problemas con el alcohol o señala quién le tiró "anoche" (por el jueves) esas naranjas: "Eran niños de 16 o 17 años, y me da mucho coraje, las niñas les ríen la guasa y ellos se hacen más grandes. Y yo estoy en mi saco y no puedo...".

En estos 20 años, a Manuel no sólo le han tirado naranjas. También piedras. Dice: "A mí me han pegado mucho". E insiste en reiterar que era comunista, y uno no se da cuenta de por qué hasta que entiende que lo repite porque está contando otra cosa que le pasó, aquel día en la plaza de España de Madrid, cuando llegaron unos de esos "con botas" y cabeza rapada, le quitaron la cartera con la documentación y le hicieron cantar el Cara al sol: "Si no, me pegaban una paliza. Tuve que hacerlo". Manuel es una persona sin hogar, una de esas 22.938 que, según el INE, malviven sin un techo al que llamar casa.

Probablemente hay más, bastantes más, porque esos datos, que certificaban la presencia en aumento de españoles en la calle, sólo suman a los que hicieron uso de servicios asistenciales. Son muchos, además, los que como él se han sentido discriminados (50,6%), según la misma encuesta, y los que han sido víctimas de delitos (51%). En su caso, y en el de otros muchos, según constatan las organizaciones que los atienden, el delito cometido contra ellos tiene un nombre específico: es uno de los delitos de odio que, por primera vez, el Ministerio de Interior ha comenzado a recopilar. En concreto, se trata de aporofobia, el odio al pobre. (LEER TODO)

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