Unos 650 indigentes en la ciudad, de los que aproximadamente 50 se encuentran en fase terminal. 

Los miembros de la COORDINADORA CIUDADANA INDEPENDIENTE y CORUÑA SIN TECHO lamentamos que las medidas que se toman en lo referente a los indigentes sean siempre de tipo policial o caritativo por lo que proyectamos iniciar una recogida de firmas para que se tramite UNA LEY QUE COMBATA LA MARGINALIDAD.

Este hipotético texto debe garantizar a la persona un techo permanente tal y como recoge la constitución. Además el mendigo deberá recibir atención sanitaria y psicológica, especialmente cuando se encuentre en el peor nivel de degradación. Una vez que se cubren estas necesidades el indigente deberá participar en cursos de reciclaje formativo o de alfabetización si fuera necesario.

El paso siguiente seria que las administraciones públicas ubicasen al indigente en proceso de reinserción en un puesto publico de trabajo temporal, con preferencia en tareas sociales a cargo de las propias administraciones. El proceso de reinserción concluye cuando la persona esa empleable y puede lograr su independencia (VER MÁS) Blog de la Coordinadora Ciudadana Independiente y Comisión Sin Techo de la Coruña PARA LEER, COPIAR O IMPRIMIR CUALQUIER CARTEL O TROZO DE TEXTO, HACED CLICK SOBRE EL MISMO

viernes, 21 de febrero de 2014

NO AMORDAZAR AL CIUDADANO

La represión sistemática que se está llevando a cabo en el país en contra de los movimientos sociales, nos dice que los agresores no pueden seguir escondiéndose detrás de sus placas. Es el caso de lo sucedido en Valladolid tras una manifestación pacífica por las calles de la ciudad en la que una mujer de cierta edad resultó gravemente herida por los golpes recibidos en la cabeza.

La denuncia en la calle como herramienta de cambio, no es violencia, sino los pasos necesarios para invalidar cuantas disposiciones traten de imponerse a una tolerancia que se reparte en tan escasas dosis. Por la fuerza bruta nada se va a resolver. Es como tirar la piedra en el estanque: la honda expansiva seguirá creciendo ante ese despotismo que se hunde cuando la desobediencia civil aflora.

Quizá porque más allá de la ideología está la pobre imaginación de unos gobernantes que olvidan que con los sublevados de la marea blanca, o del Gamonal, esa desobediencia adquiere el carácter de un valor cívico. Hay que desmontar por lo tanto el sistema que subyace tras estas agresiones ante un poder que debería ser más objetivo antes de proceder por la violencia contra unos ciudadanos movidos únicamente por el sentido de la razón. 

Regenerar es la palabra. A la par, quienes conceden a la violencia un cierto sentido de conveniencia, asociando el pacifismo con la inacción, si nos referimos a muchos actos violentos quizá habría que empezar diciendo que la corrupción es el principal en estos momentos. Y quienes hurgan en los contenedores en busca de comida sus víctimas más directas.
Luis Enrique Veiga Rodríguez
Publicado en : La Opinión

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