Unos 650 indigentes en la ciudad, de los que aproximadamente 50 se encuentran en fase terminal. 

Los miembros de la COORDINADORA CIUDADANA INDEPENDIENTE y CORUÑA SIN TECHO lamentamos que las medidas que se toman en lo referente a los indigentes sean siempre de tipo policial o caritativo por lo que proyectamos iniciar una recogida de firmas para que se tramite UNA LEY QUE COMBATA LA MARGINALIDAD.

Este hipotético texto debe garantizar a la persona un techo permanente tal y como recoge la constitución. Además el mendigo deberá recibir atención sanitaria y psicológica, especialmente cuando se encuentre en el peor nivel de degradación. Una vez que se cubren estas necesidades el indigente deberá participar en cursos de reciclaje formativo o de alfabetización si fuera necesario.

El paso siguiente seria que las administraciones públicas ubicasen al indigente en proceso de reinserción en un puesto publico de trabajo temporal, con preferencia en tareas sociales a cargo de las propias administraciones. El proceso de reinserción concluye cuando la persona esa empleable y puede lograr su independencia (VER MÁS) Blog de la Coordinadora Ciudadana Independiente y Comisión Sin Techo de la Coruña PARA LEER, COPIAR O IMPRIMIR CUALQUIER CARTEL O TROZO DE TEXTO, HACED CLICK SOBRE EL MISMO

lunes, 25 de noviembre de 2013

EN EL DIA DE LOS SIN TECHO

Normalmente, cuando hablamos de la exclusión social nos referimos a un proceso que excluye a una parte de la población de las oportunidades económicas y sociales. El problema no reside tan sólo en las disparidades entre los más favorecidos y los más desfavorecidos de la escala social, sino también en las que existen entre quienes tienen un lugar en la sociedad y los que están excluidos de ella. La carencia de un empleo y la vivienda son la causa fundamental de la exclusión social, pero la punta del iceberg de quienes la padecen es sin duda alguna la gente sin techo.

Son tradicionalmente la escala más degradada del sistema social. A veces se trata de personas jóvenes, parados de larga duración, mujeres maltratadas, extranjeros, personas separadas e incluso familias desahuciadas. Esas personas suelen sufrir un tipo de rechazo muy común de la sociedad que provoca sobre ellas ese tipo de violencia que impide a la gente satisfacer sus necesidades de alimentación y vestido, pero también de participación social, ejerciendo sus derechos con dignidad. 
Luis Enrique Veiga Rodríguez.
Publicado en : La Opinión de Málaga

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